El interesante patrimonio arquitectónico y artístico, catalogado como Patrimonio de la Humanidad, que posee Toledo es, sin lugar a dudas, el principal atractivo que tiene para muchos turistas. Viajeros que no dudan en hospedarse en alguno de los hoteles de Toledo para así poder conocer in situ algunas de sus edificaciones más emblemáticas como la Catedral de Santa María, la Sinagoga del Tránsito o el Alcázar.
No obstante, también es recomendable visitar esta urbe manchega para realizar un interesante recorrido por sus memorables puertas históricas que nos servirán para descubrir la belleza intrínseca de otros tiempos.
Una ruta urbana que podemos comenzar por la afamada Puerta del Sol, de estilo mudéjar, que fue construida a principios del siglo XIV como una forma de acceder a la ciudad, completamente amurallada en ese momento. Piedra, mampostería y sillería fueron los materiales que se emplearon en su edificación donde sobresale especialmente un arco de herradura.
Otra de las puertas más interesantes que existen es la Puerta Nueva de Bisagra, que se caracteriza por su origen musulmán. No obstante, es importante recalcar el hecho de que fue Alonso de Covarrubias, arquitecto español, quien realizó su reforma en el siglo XVI. Los dos grandes torreones que la protegen son los que permiten identificarla claramente.
Tercera parada de esta ruta patrimonial: Puerta del Cambrón. No menos significativa es esta construcción, también conocida como Puerta de Santa Leocadia, que tiene origen musulmán y que se encuentra situada en la parte oeste de la urbe.
La Puerta de Alcántara, la Puerta del Vado o la Puerta de San Martín son otras de las que tampoco hay que perder la oportunidad de conocer.