Si hay un símbolo que identifique a Castilla la Mancha ese es, sin duda alguna, el molino. De ahí que como no podía ser de otra manera se le rinda homenaje y se le dé protagonismo en la localidad de Campo de Criptana, en Ciudad Real.
En concreto, se convierte en el eje central del conocido Museo de los Molinos que se caracteriza por estar al aire libre y por conformarse por diez construcciones de las que estamos mencionando que datan del siglo XVI. De ahí que la Historia sea su principal baza pero también la Literatura pues, según se cuenta, Miguel de Cervantes se inspiró en ellos para crear su obra más universal: El Quijote.
Quien visite este singular espacio cultural tendrá la posibilidad de admirar y de conocer in situ el mecanismo de dichos molinos, que se mantienen igual que cinco siglos atrás cuando se usaban por los habitantes a pleno rendimiento.
No obstante, también se podrá disfrutar de alguno de ellos que se han empleado como lugares de exposiciones muy particulares. Así, por ejemplo, está el Molino Vicente Huidrobo que gira entorno a la figura de este artista, el Molino Culebro que toma como eje central a la actriz Sara Montiel que nació en esta tierra o el Molino Pilón que es el Museo del Vino.