Descubrir el interesante patrimonio arquitectónico y artístico que posee, representado especialmente por las conocidas Casas Colgadas, es uno de los principales motivos que lleva a preparar un viaje y a alojarse en uno de los muchos hoteles que hay en Cuenca. Y es que, desde luego, que esta ciudad castellanomanchega es una auténtica joya en este sentido.
Entre los monumentos más interesantes que posee y que están al alcance de la mano para ser descubiertos por los viajeros se encuentra el Hospital de Santiago Apóstol, que fue construido en el siglo XVI, más concretamente en el año 1511.
El corazón de esta edificación sanitaria era y es, sin duda alguna, su patio porticado pues en torno a él se establecía todo el conjunto de instalaciones que existían en la misma, eso sí las mismas estaban separadas por géneros. Así, había unas para las mujeres y otras para los hombres.
Una zona aquella que además destaca por tener una pila o fuente, que cuenta con la inscripción del 3 de junio del año 1600 y que sobresale además por estar ornamentada con el escudo de la Orden de Santiago. No obstante en la actualidad llama también la atención por la Virgen de la Milagrosa que la culmina.
Su fachada, que fue realizada a principios del siglo XVII por el maestro Francisco de Mora, así como su ábside o su escalinata son otros de los aspectos más destacables de este Hospital de Santiago Apóstol de Cuenca.