Camilo José Cela en su inolvidable obra titulada Viaje a la Alcarria (1948) hacía referencia al edificio que ahora nos ocupa: el Palacio de Ibarra. Una construcción que se encuentra situada en la localidad de Brihuega, en la provincia de Guadalajara.
Una edificación, símbolo de esta villa, que se levantó en el siglo XVI por orden de los Señores de Ibarra y que más exactamente se estableció en un paraje de gran belleza medioambiental al estar rodeado de robles y de diversa y variada vegetación.
De estilo barroco es como puede calificarse a este edificio que sigue ciertos patrones similares a los que tenían en ese momento las casas señoriales que se levantaban en Madrid, algo que indudablemente estaba influido por el hecho de que el maestro del mismo fuera el arquitecto Gaspar de la Peña que había realizado construcciones de características similares en la capital de España.
Su portada blasonada, el patio o sus torres son algunos de los elementos más significativos de este Palacio de Ibarra que tiene a sus espaldas un importante hecho histórico en el que fue absoluto protagonista. Nos estamos refiriendo a un trágico suceso que ocurrió dentro de la Batalla de Guadalajara durante la Guerra Civil Española.
Y es que dicha edificación se convirtió en el refugio del bando italiano que apoyaba a los sublevados. Aquel se enfrentó en una lucha sin cuartel con el batallón Garibaldi que estaba a favor de la República y eso dio lugar a la muerte de diversos militantes.