El principal atractivo que posee la localidad de Priego, sita en la provincia de Cuenca, es, sin duda alguna, su belleza y riqueza patrimonial. Un hecho este que consigue que esta población de poco más de mil habitantes reciba anualmente la visita de muchos turistas que llegan a la misma dispuestos a conocer a fondo sus monumentos y principales edificaciones, que reflejan el esplendor de tiempos pasados.
En este sentido, hay que destacar que uno de los rincones más interesantes de la villa es el Palacio de los Condes de Priego. En el siglo XVI fue cuando se puso en pie esta mencionada construcción, actual sede del Ayuntamiento, que se encuentra situada en la Plaza Mayor y que se enmarca dentro del estilo renacentista, aunque cuenta con una serie de elementos clasicistas tales como sus frontones.
De la misma época es la Iglesia de San Nicolás de Bari, el principal templo de Priego. Una edificación religiosa esta en la que llaman especialmente la atención sus bóvedas que, al igual que el resto de elementos que la componen, pertenecen al gótico tardío.
A estos dos monumentos habría que añadir otro igualmente relevante como es el Torreón de Despeñaperros. Este es el edificio que deja patente la impronta árabe en la villa y de él hay que subrayar que está junto a la conocida Cueva de la Mora. Sobre ella hay una leyenda que establece que unas brujas convirtieron en serpiente a la joven que le da nombre, a la que encerraron en este lugar y a la que le impusieron la maldición de que todo aquel que la viera se convertiría en piedra.
