Uno de los rincones más especiales, bellos e irresistiblemente espectaculares que existen en la provincia de Cuenca es el paraje natural conocido por el nombre de La Ciudad Encantada. Un monumento natural que está formado por un conjunto de formaciones de tipo rocoso fruto del paso del tiempo.
A 1.500 metros de altitud, en una impresionante zona de pinares, es donde se halla enmarcada aquella que tiene su origen hace más de 90 millones de años, más exactamente en el periodo Cretácico. Desde entonces, donde formaba parte del fondo del Mar de Thetis, y hasta nuestros días las citadas rocas se han visto sometidas a la acción del agua, del viento y de la erosión por lo que finalmente se han convertido en unas formaciones singulares y dignas de admiración.
Tal circunstancia ha dado pie a que hoy las mismas se identifiquen con una serie de figuras totalmente identificables como pueden ser animales o incluso personas. En este sentido, podríamos destacar la conocida como “El perro”, “La tortuga” o “Los osos”.
No obstante, existen otras muchas igualmente bellas y sorprendentes como sería el caso de la que lleva por nombre “Los amantes de Teruel”, “Cara de hombre” o “El convento”.
Cualquier persona que esté en Cuenca no debe dejar pasar la oportunidad de conocer La Ciudad Encantada. Ello lo podrá hacer a través de un sendero, de unos 3 kilómetros aproximadamente, que es de dificultad baja.