Cuenca

La Catedral de Cuenca: Santa María y San Julián

 

Las casas colgadas son indiscutiblemente el patrimonio arquitectónico y artístico que ejerce como símbolo y embajador de la ciudad de Cuenca. Sin embargo, es innegable que en dicha urbe existen otros monumentos también de gran belleza que, de la misma forma, merecen ser visitados si se está en aquella.

Precisamente este sería el caso de la Catedral de Santa María y San Juliánque es el principal templo de la capital conquense y que tiene su origen a finales del siglo XII. Más concretamente comenzó a levantarse entorno al año 1196 por orden e inspiración de Leonor de Inglaterra, hermana de Ricardo Corazón de León.

La primera catedral gótica de Castilla, junto a la de Ávila, fue dicha edificación religiosa que se enmarca dentro de lo que es el estilo anglo-normando. No obstante, hay que subrayar que con motivo del paso de los años aquella ha ido siendo rehabilitada y transformada lo que ha dado lugar a que hoy día en ella puedan admirarse también elementos barrocos o neogóticos.

 

Todo ello supone que visitar este templo sea una auténtica maravilla y una absoluta experiencia de conocimiento artístico. En el interior sorprenden muchos aspectos pero de modo especial lo hace la ventana de cristales que ilumina el fondo del altar que fue realizada por el gran arquitecto barroco Ventura Rodríguez.

El claustro del siglo XVI y las vidrieras que habían desaparecido, y que se han realizado siguiendo los patrones de las que existen en la catedral alemana de Colonia, son otros de los valores que hacen de esta edificación de Cuenca una maravilla artística.

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