Al sur de la provincia de Cuenca es donde nos encontramos con la villa de Enguídanos, que se ha convertido en uno de los destinos de turismo rural más importantes de Castilla la Mancha. Eso se debe a que ofrece no sólo una amplia red de alojamientos de este tipo sino también un interesante conjunto de espacios naturales de primer orden.
En concreto, pone a disposición de sus visitantes la conocida Aldea del Charandel, el famoso salto de agua del Guadazaón, los cinco ríos, fuentes, manantiales y tres hoces: Cerrada, del Agua y del río Mira.
Admirar la belleza de aquellos monumentos ambientales o practicar deportes al aire libre en sus entornos son dos de los atractivos que explican el crecimiento turístico de Enguídanos. No obstante, no hay que pasar por alto que también cuenta con un interesante conjunto de edificaciones de gran valor arquitectónico, entre las que destacan las siguientes:
Castillo. En el siglo X se encuentra concretamente el origen de esta fortaleza árabe que destaca por el conjunto de cubos que tiene en sus esquinas.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. En el siglo XVI se llevó a cabo la puesta en pie de este templo que se ha convertido en uno de los monumentos religiosos más significativos de la villa.
La Plaza Mayor, el puente romano ubicado sobre el río Cabriel, las casas solariegas que mantienen los escudos blasonados o los miradores son otros de los rincones de mayor interés en este pueblo de Cuenca.