Sus monumentos arquitectónicos y sus maravillosos parajes naturales son los principales atractivos que hacen que anualmente la provincia y la ciudad de Cuenca reciban a multitud de viajeros dispuestos a descubrirlos. No obstante, tampoco habría que pasar por alto el hecho de que aquella tierra manchega es mucho más.
Quien tenga la oportunidad de pasar una estancia en ella no puede dejar escapar el momento para conocer a fondo su exquisita gastronomía. Así, está conformada por platos muy sabrosos que tienen en común el que utilizan materias primas de primera calidad.
En concreto, estos son los platos más representativos de Cuenca:
Morteruelo. En el siglo XV se encuentran ya los primeros datos de esta receta que tiene como ingrediente principal la carne de caza. La perdiz suele ser la base de este guiso.
Gazpacho manchego. Galiano es como también se da en llamar a este plato que es un guiso de tipo caldoso, y origen campesino, que se elabora a partir de setas, pan ácimo y carne de conejo, pollo o liebre.
Garbanzadas con garbanzos y espinacas. En Semana Santa es concretamente cuando se preparan estas contundentes recetas que se preparan con garbanzos, cebolla, espinacas, ajos, aceite y pimentón.
Alajú. Uno de los dulces más exquisitos de cuantos se preparan en Cuenca es este que es el resultado de mezclar almendras, miel, nueces, piñones, pan tostado y pan rallado. Todo ello da lugar a una torta que encandila.
Las migas, los revueltos de setas y las papartas son otros de los platos que no hay que dejar de probar en esta tierra manchega.