Nos encontramos alojados en La Mancha y nos apetece conocer la Ruta de Don Quijote. Siguiendo las huellas de una de las novelas más famosas de la historia, comenzaremos nuestra ruta en Tembleque, y a partir de ahí, iremos visitando las localidades que tanto inspiraron a Cervantes para las aventuras de Don Quijote, finalizando el recorrido en El Toboso, hogar de Dulcinea.
¿Sabes cómo funciona un molino de viento?
Los molinos de viento constan de tres partes: la cuadra, en la parte inferior y que sirve como almacén de los sacos de cereal; la camareta, espacio en el que se cernía la harina de trigo; la tercera planta, donde se encuentra la maquinaria.
Cada elemento que constituye a un molino de viento mueve y es movido por el resto, por ello, la maquinaria está construida de una forma muy precisa.
La cubierta del molino aguanta el peso de la maquinaria. Las aspas transmiten la fuerza del viento al eje central, que a su vez va unido a la rueda catalina en un sistema de cuñas y cajas; entonces, al girar las aspas, se pone en movimiento la rueda catalina. La rueda está formada por varias piezas, consta de cuarenta muelas que se engranan y hacen posible la molienda.
Molinos de Tembleque
Comenzaremos nuestra ruta en Tembleque, un municipio ubicado en la provincia de Toledo. Este pueblo es realmente bonito, con varios sitios declarados Bien de Interés Cultural. Destaca su hermosa Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de estilo gótico en transición al renacimiento, y su espectacular Plaza Mayor.
Como si de dos guardianes se tratase, en la cima de una colina encontramos dos molinos vigilando la localidad; ambos se encuentran perfectamente restaurados.
Consuegra
En tan solo media hora por la Autovía de los Viñedos, llegamos a Consuegra, nuestra siguiente parada. El Cerro Calderico se alza sobre una extensa llanura, y en él, se encuentra uno de los conjuntos de molinos de viento mejor conservados de España; que, junto con el Castillo de La Muela, forman la estampa más sobresaliente de la ciudad.
Doce son los molinos que coronan el cerro y cada uno de ellos tiene nombre propio relacionado con la temática de El Quijote. El molino Sancho destaca sobre los demás y los ciudadanos de Consuegra le tienen especial cariño porque es el único que conserva la maquinaria del siglo XVI.
Acompañando a los molinos tenemos el Castillo de la Muela, es considerado uno de los castillos mejor conservados de la provincia de Toledo. Sus orígenes se remontan al siglo X, cuando los musulmanes crearon una fortaleza musulmana, pero la estructura que hoy podemos contemplar se debe a una obra de la Orden de San Juan de Jerusalén.
Nota: si quieres visitar el castillo, existe una entrada combinada (molinos + castillo) que cuesta 4€. El castillo solo se puede ver si accedes con la guía.
Alcázar de San Juan
Nos dirigimos a la provincia de Ciudad Real, la siguiente parada es en Alcázar de San Juan. En el Cerro de San Antón encontramos cuatro molinos de viento: Rocinante, Fierabrás, Dulcinea y Barcelona. Dos de ellos se han reutilizado como museos, mostrando la maquinaria de molienda del siglo XVI y siendo Centro de Interpretación del Paisaje Manchego.
En el mismo cerro también tienen lugar La Cueva del Polvorín y Las Canteras. Estas últimas se han reconvertido en un escenario natural donde se realizan espectáculos musicales.
Campo de Criptana
Seguimos nuestro recorrido y a muy pocos kilómetros hacemos una parada en Campo de Criptana. En la obra de Cervantes aparecen alrededor de treinta molinos en esta localidad, de los cuales solo se conservan diez ubicados en lo alto de una colina. Tres de ellos, Sardinero, Burleta e Infanto, conservan la estructura y maquinaria original. El resto fueron construidos en siglos posteriores.
Lo curioso de estos molinos es que se sitúan entre las casas del pueblo, ya que estas, se han ido construyendo en el cerro adaptándose al terreno. La oficina de turismo se encuentra en el molino Poyatos, desde la cual podrás contratar alguna visita guiada para ver las exposiciones que albergan los molinos.
Mota del Cuervo
Nos adentramos en la provincia de Cuenca dirigiéndonos a Mota del Cuervo. En este municipio podemos ver siete molinos de viento; uno de ellos es de propiedad privada y además tiene una peculiaridad: es el único cuyas aspas giran al revés, por eso fue bautizado como “El Zurdo”. Otros tres molinos fueron restaurados como museos.
El Toboso
Finalmente, y para terminar nuestro recorrido, llegamos al Toboso. Su principal atractivo es el Palacio de Dulcinea, una típica casa de labranza, que perteneció a la familia de Ana Zarco Morales y Villaseñor, de quien cuentan estaba enamorado Miguel de Cervantes y fue la inspiración para crear a Dulcinea, la “Dulce Ana”.
También podemos ver el Museo Cervantino, que a su vez es la oficina de turismo. En su interior podrás contemplar una gran colección de ediciones de El Quijote que han sido adquiridos a través de donaciones.
No nos olvidamos de su bonita Plaza de la Constitución y de la Iglesia de San Antonio Abad, de estilo gótico tardío.
Como dijo Don Quijote, “el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”, así que te deseo una buena ruta, siguiendo las andanzas del caballero en tu viaje a La Mancha.